«Simulacrearte» la clave para sacarte la plaza en las próximas oposiciones docentes

“Los seres humanos somos mucho mejores haciendo cosas que comprendiendo nuestro entorno” – Nassim Nicholas Taleb (2011)

Esta cita resume uno de los elementos claves en la preparación del proceso selectivo que la mayoría de los opositores pasan por alto, los simulacros de examen. Varias son las cuestiones a las que todos los opositores queremos dar respuesta durante el proceso selectivo: ¿Me dará tiempo a terminar el examen? ¿Me caerá un tema que me he estudiado? ¿Me pondré nervioso? ¿Tengo una letra legible?

Todas las situaciones azarosas son imposibles de prever, pero el simulacro al menos nos pone en las mismas condiciones a las que nos tendremos que enfrentar el día del examen. Muchas veces no nos damos cuenta de nuestras carencias ni fortalezas simplemente porque no nos hemos puesto a prueba.

La importancia de hacer simulacros de examen

La complejidad que entrañan las oposiciones docentes abruma a cualquier aspirante a una plaza. Familiares, amigos, preparadores, compañeros… todos tienen opinión en relación a las vicisitudes del proceso selectivo.

Durante la preparación de la oposición has tenido muchos recursos a tu alcance, tanto materiales como humanos que te han facilitado el este largo camino, pero pasan los meses y el final te encuentras solo, frente a unos folios y un bolígrafo como tus únicas armas para escribir un tema y el supuesto práctico el día del examen. Y lo mismo ocurre cuando te toque defender la Programación y la Unidad didáctica ante el tribunal estas tú y ellos enfrente.

Por esta razón, la realización periódica de simulacros o auto-exámenes bajo las condiciones reales de la prueba, te aportará un entrenamiento que aumentará exponencialmente tu rendimiento académico; no solo como una mera evaluación de lo que sabes o lo que te causa nervios, sino también como forma de estudio, repaso así como de depuración de la técnica del examen.

En mi caso, realizaba todos los domingos un simulacro de tema y supuesto práctico, ajustándome al tiempo que dictaba la convocatoria, y a la hora que estaba previsto el examen. Al finalizarlo, identificaba mis logros y hábitos contraproducentes, buscando alternativas para mejorar en el próximo simulacro.

Más simulacros, mayor confianza

Uno de mis preparadores de CEN, gracias a los que conseguí mi plaza de funcionario en las pasadas oposiciones de Secundaria en la especialidad de Educación Física en el año 2018, nos repetía hasta la saciedad que “lo estético tiene tanto valor como lo académico”. En la academia realizábamos simulacros periódicamente y llegué a la conclusión de que nuestro profesor tenía toda la razón: hasta que no te enfrentas al papel en blanco no te das cuenta de tu grafía, de la distribución que utilizas de los contenidos cuando los desarrollas, de tu velocidad de escritura, si utilizas con un lenguaje riguroso, etc.

La presentación escrita, por lo tanto, es clave para que el tribunal evalúe de forma positiva el examen, ya que la competencia es feroz y el número de opositores cada año es mayor. El tribunal tiene poco tiempo para corregir, por lo tanto un examen con armonía y apariencia agradable a los sentidos desde el punto de vista estético es un valor añadido que siempre se valora positivamente. Por ejemplo, si la duración de la prueba escrita será de 4 horas y 30 minutos, mantener una letra legible y la concentración durante todo ese tiempo es muy complicado sin un entrenamiento previo. Por esta razón, la práctica sistemática de la escritura, así como de las diferentes técnicas de redacción, de síntesis, la inclusión de tablas, gráficos en aquellas comunidades en las que esté permitido, enriquecerán el examen y por ende la nota final.

La defensa de la programación y la unidad didáctica ante el tribunal debe someterse también a simulacros periódicos bajo un enfoque de mejora continua, dado que es una prueba que suele ser la que causa más estrés a la mayoría de los opositores. El análisis de todos los elementos que podamos controlar ese día es claves para superar la prueba.

En mi caso tenía una lista de control en la que registraba todo lo que estaba en mi mano y que la convocatoria me permitía para la prueba oral, desde la ropa que iba a llevar puesta ese día, pasando por el material deportivo que iba a utilizar durante la exposición, el material didáctico que iba a entregar al tribunal, etc.

Al presentar la programación infinidad de veces a preparadores, compañeros, amigos, familiares, repitiendo sistemáticamente los mismos pasos, la ansiedad se reducía drásticamente ya que entraba en modo piloto automático, y eso me permitía  la erradicación de ideas catastrofistas sobre la prueba, incrementando así mi confianza.

¿Preparado/a para simulacrearte?

Un ejemplo de “simulacrearte” en su máxima expresión lo relata la entrenadora de la laureada gimnasta olímpica Simone Biles en una entrevista en la BBC (2016), quien declaró que la clave de su éxito fue: “ninguna ventaja innata habría definido la vida de Biles sin su determinación y miles de repeticiones”.

La citada gimnasta entrena un total de 32 horas semanales, de las cuales la mayoría son de repetición de las rutinas (series de acrobacias) que llevará a cabo en las competiciones.

Independientemente de su capacidad, cualquier opositor comprometido a obtener plaza en las oposiciones de educación dedica al estudio y a la preparación de la programación muchísimas horas, todo este esfuerzo se debe poner a prueba, mediante rutinas como las de Simone Biles, en este caso académicas, para de esta manera conocer sus fortalezas y debilidades. Las oposiciones docentes, al igual que la gimnasia, es una disciplina que exige unas condiciones físicas excepcionales y de concentración, y que consiste en la realización de una rutina. 

Simulacrearte: Intenta ser práctico, simplifica, analiza tus fallos intenta mejorarte día a día, no te auto engañes, no olvides de que lo único que va a valorar el tribunal es lo que puedas escribir o decir durante el tiempo estipulado para realizar la prueba. “La práctica hace al maestro”.

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Bibliografía y fuentes: ·
· Nassim Nicholas Taleb, (2011). El cisne negro: el impacto de lo antamente improbable. Paidos Iberica. New York.
· Alejandra Martins, (2016). Qué hace tan extraordinaria a Simone Biles, la gimnasta que superó una infancia dura e hizo historia en las Olimpiadas de Río 2016. BBCMundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-3704433